A medida que vaya descubriendo los recodos de la ciudad subiré mi particular mirada de Vitoria-Gasteiz.
Intentaremos captar las luces y sombras, la noche, el día, sus gentes el bullicio diario de una ciudad que a mi parecer estamos matando al dejar morir al pequeño comercio de los barrios por surfear en una mar tecnológico donde nos atraen con productos de lo mas variopinto, atractivos a nuestra cartera pero al final esa diferencia en euros no se puede compensar con el saludo, la amabilidad y profesionalidad de la persona detrás del mostrador que con los años se puede forjar una curiosa amistad.